(Fuente prensa LVBP.COM / Por
Alexander Mendoza) Erick Castillo fue protagonista en el
primer choque de la temporada entre los Eternos Rivales y en tres juegos con
Leones ha defendido los 27 innings. Al menos en el inicio de la 2021-2022, con
su nuevo uniforme, parece encaminado a recibir responsabilidades que no tuvo
con Caribes de Anzoátegui.
“Me cambiaron hace poco y le
dije al mánager (José Alguacil) que quería disfrutar un Caracas-Magallanes”,
dijo el receptor el lunes por la noche, después de la victoria de Leones 6-4,
en el Estadio José Bernardo Pérez.
Castillo conectó un sencillo
ceñido a la raya de cal de tercera base para empujar un par de carreras en la
séptima entrada, que le dieron vuelta al marcador, en medio de un racimo de
cuatro anotaciones.
El careta protagonizó un
gran turno contra el relevista José Martínez, en el que conectó cuatro fouls y
recibió nueve envíos.
“Solo pensé en poner la bola
en juego, me estaban tirando rectas y sliders, busqué un pitcheo alto y salió
el batazo”, refirió.
Castillo atrajo una atención
que nunca tuvo durante las tres campañas anteriores, como suplente de la Tribu,
antes de llegar a los melenudos en el cambio múltiple que involucró a los
grandeligas Asdrúbal Cabrera y Víctor Reyes, un mes ante del Juego Inaugural.
El bateador derecho, de 28
años de edad, originario de Araure, nunca pudo jugar con regularidad en
Anzoátegui, pese a sus buenas maneras detrás del plato, por la presencia de los
curtidos Jesús Sucre, Tomás Telis y Gabriel Lino; mientras que este año la
gerencia de Caribes planea darle un vistazo a Wilfred Astudillo, hermano menor
de Willians, que también se desempeña en la posición. Así que no había espacio
para Castillo, por lo que fue enviado a Caracas junto con el pitcher Andrés
Pérez, para completar el canje.
El piloto Alguacil ha
insistido que nadie tiene garantizada la titularidad en su club, una estrategia
que utilizó con las Estrellas Orientales en LIDOM y le rindió buenos
dividendos. “Todos los peloteros del roster van a estar activos, recibirán sus
oportunidades”, ha insistido el estratega, pero Castillo parece contar con su
confianza, al menos por ahora.
“Tenemos un grupo muy bueno,
con Johnny Pereda (Novato del Año de la 2020-2021) y (Alfredo) González.
Cualquiera de los tres puede estar detrás del plato”,
convino Castillo. “La confianza se gana haciendo un buen trabajo, mientras esté bateando
y si no salen los batazos, me enfocaré en sacar a los corredores en base,
llamar buen pitcheo y bloquear todas las pelotas posibles”.
Con nueve zafras de
experiencia en el sistema de granjas de los Cachorros de Chicago y su primer
llamado a las Mayores en 2021, Castillo aporta conocimientos sobre su oficio
que siempre son estimados en la liga, en especial para guiar a los brazos
jóvenes.
“Gracias a Dios a lo largo
de mi carrera he demostrado que tengo buena defensa y eso me ayudó a llegar a
las Grandes Ligas. Solamente pongo lo que he aprendido en el terreno. He
hablado mucho con ellos (los lanzadores). Todavía los estoy conociendo, pero
hemos hecho buena química y tratamos de enfocarnos en localizar bien los
pitcheos”, apuntó Castillo, que exhibe un average de
.455 (11-5) y no ha cometido errores en 19 lances.
Así que aprovecha el momento
y se divierte formando parte del club con más títulos en los anales de la LVBP.
“Es una emoción muy grande,
porque el uniforme del Caracas pesa, tiene una vasta historia. Jugar un
Caracas-Magallanes, es una emoción difícil de explicar. Lo disfruté mucho. Cada
inning”. (Síguenos por nuestro twitter oficial
@beisbolcontodo)
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