(Fuente
vía ELEMERGENTE.COM / Por Ignacio Serrano) El tren directivo de
la LVBP no oculta su preocupación, aunque su presidente, Giuseppe Palmisano,
pone buena cara ante el mal tiempo. “Siempre he sido optimista”, dice. Pero
teme que el tiempo se esté agotando para poder disputar una temporada 2020-2021
con todos los clubes a bordo y con la autorización de las Grandes Ligas.
Dos son los puntos que están
en agenda de la liga y que requieren pronta solución, a fin de afrontar el
campeonato con la única premura --ya importante-- que impondrá la pandemia
mundial de covid-19 y las restricciones que por ello quizás sean necesarias.
Por una parte, están los
compromisos que se requieren del ministerio del Deporte para cumplir con los
requisitos que impone la Gran Carpa en el Winter League Agreement. Por otra,
está el proceso todavía inconcluso ante el departamento del Tesoro de Estados
Unidos, en busca del visto bueno de la OFAC para los dos clubes todavía
vetados: Aragua y Magallanes.
“El ministerio debe
pronunciarse en relación al plan por escrito del que hace un mes hablamos y que
ya está en ese despacho”, explicó Palmisano, refiriéndose a los tradicionales
compromisos que exigen desde las Mayores, ahora más debido al nuevo
coronavirus. “No tenemos una respuesta, lo que nos extraña, porque siempre han
sido bastante diligentes”.
“Tenemos el tiempo en
contra”, añadió. “No hay forma de gestionar las dos licencias que faltan si
ellos no trabajan por su parte”.
La LVBP ya no tiene relación
de patrocinio con entes oficiales ni regionales, algo que fue común entre 1946
y 2019. Gracias a ello, el gobierno estadounidense dio su visto bueno a los
seis clubes que no tienen presencia estadal ni municipal en sus directivas.
“Nos debemos 100 por ciento
a la MLB”, recordó Palmisano, haciendo énfasis en que la coyuntura actual
permitiría que muchos bigleaguers y ligamenoristas se sumen a la acción esta
vez, si lo aprueba el beisbol organizado. “Pero debemos mandar con antelación
los planes de trabajo”.
“Ellos son los dueños de los
estadios, ellos manejan las políticas de seguridad y salud en Venezuela”,
indicó sobre las autoridades nacionales. “Debemos informar a las Grandes Ligas
si se jugará con o sin público, cuáles serán las plazas, cuál será el protocolo
a seguir ante la covid”.
El
caso de Tigres y Navegantes
Palmisano admite que “está
en peligro la participación de Aragua y Magallanes”, debido a trámites que
todavía no se han cumplido para salir airosos ante la OFAC.
“Nuestros abogados están
parados ahora”, respondió sobre ese tema. “Es necesaria en este momento la
actuación de las gobernaciones de Aragua y Carabobo, necesitamos que se
pronuncien, alejándose de las fundaciones que administran ambos equipos.
Sabemos que es difícil hacer eso de la noche a la mañana, sabemos que son
gobernadores amantes del deporte, que respetan el beisbol y a los equipos de sus
estados, pero es una exigencia que cumplan con esos parámetros. De lo
contrario, ni Aragua ni Magallanes podrán contar con importados de MLB ni con
sus principales jugadores criollos”.
“Estas trabas que nos han
impuesto son injustas, siempre lo he dicho, pero debemos responder a las
Grandes Ligas”, agregó Palmisano. “¿Y cómo salen a competir (Navegantes y
Tigres) si los demás salen blindados, cuál sería la vistosidad del campeonato?
No habría paridad”.
Ambas novenas son
fundaciones, a diferencia de los otros, que son propiedad de accionistas. Y el
departamento del Tesoro objeta que en sus directivas haya presencia de entes
regionales o municipales.
“Al final, esos gobiernos no
toman las decisiones de los equipos, allí está el caso de Aragua, donde el gerente
general es Roberto Ferrari, un empresario que viene del beisbol”, prosiguió
Palmisano. “Si pudimos con los otros seis, podemos lograr la autorización para los otros dos. Pero necesitamos que las
autoridades permitan la viabilidad de lo que estamos buscando. Estamos a la
espera”.
¿Una
temporada solamente en el centro del país?
Palmisano admitió que, si el
torneo debe jugarse sin público, únicamente con transmisiones televisivas, los
elencos se concentrarán en el centro del país.
Cómo se repartirían en ese
caso será asunto de la Convención Anual, el mes próximo. Pero los planes en tal
contingencia incluyen actuar en Caracas, Maracay y Valencia, además de una
plaza adicional, que puede ser o Barquisimeto o La Guaira, dependiendo de las
obras en el nuevo parque litoralenses.
Eso reduciría los traslados
y facilitaría la logística. Pero cada quien iría a su lar natural, en caso de
ser viable contar con aficionados en los escenarios.
Todo eso debe informarse a
MLB. Y para ello se requiere el visto bueno de las autoridades nacionales y
locales.
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