(Fuente: Prensa LVBP / Por
Alexander Mendoza) Luis
Arráez es uno de los peloteros más calientes de las Grandes Ligas. El utility
amaneció el domingo con promedio de .397 en mayo, el tercero más alto del
beisbol durante el mes en curso, entre los toleteros con al menos 84 apariciones
legales. Una actuación que le ha ayudado a mejorar su average global a .359,
solo superado por J. D. Martínez, de los Medias Rojas de Boston, en lo que va
de temporada.
Arráez, bendecido con una
excelente coordinación ojo-mano y capacidad para llevar sus conexiones por
todas las zonas del terreno, cuenta con el potencial para, en algún momento de
su carrera, ganar un título de bateo, en opinión de los scouts.
Si se coloca en un contexto
histórico lo que ha conseguido en su hasta ahora breve paso por las Mayores, su
capacidad para batear cobra dimensiones superlativas. El yaracuyano, de 25 años
de edad, es apenas el tercer extranjero que en los primeros 284 encuentros de
su trayectoria en la Gran Carpa, con al menos 1.000 comparecencias al plato,
exhibe promedio de .319 o más, de acuerdo con Baseball-Reference.
Los otros son el japonés
Ichiro Suzuki (.346), miembro del exclusivo club de los 3.000 hits, y el
dominicano Rico Carty (.320), uno de los mejores toleteros de su generación,
recordado por su productiva pasantía en la LVBP con los Tigres de Aragua, en la
1965-1966.
En días recientes, Rod Carew
hizo viral en las redes sociales sus comentarios sobre la consistencia del
swing de Arráez. Aunque no es la primera vez que el inquilino del Salón de la
Fama tiene ese tipo de deferencias para con el venezolano.
Carew lo ha hecho desde que
Arráez llegó a las Mayores en 2019 y terminó entre los seis más votados para el
premio Novato del Año.
“Luis me recuerda a mí
mismo, más que cualquier otro pelotero que hayan tenido los Mellizos, así que
siempre me intereso en él”, dijo Carew hace una semana,
de acuerdo con diario Star Tribune. Sin duda un gran elogio, tomando en cuenta
que el panameño, guarda en sus alforjas siete títulos de bateo y ostenta un
promedio vitalicio de .328.
“Por esas razones puedo
verme, casi sentirlo, cuando está un poco fuera de sincronía”,
abundó Carew, que, desde su casa en el sur de California, mientras observaba un
juego de los Mellizos, advirtió que el zurdo criollo se estaba saliendo del
plan con el que debería ir al plato.
“Noté que Luis estaba más
erguido en su postura. He trabajado lo suficiente con él, como para saber que
cuándo hace eso. Comienza a llevar el bate más alto, y ahí es cuando empieza a
conectar elevados... En cambio, si está más agachado, aplana el bate y golpea
con el swing más plano, produce líneas e imparables”.
Carew se encargó que el
mensaje llegara a Arráez y le escribió a Dick Bremer, miembro del circuito de
transmisiones de Minnesota. Para ese momento el criollo ligaba para .324. Desde
entonces, exhibe una línea ofensiva de .483/.546/.483 (29-14), con 1.028 y el
domingo amaneció con una cadena de ocho desafíos con al menos un incogible.
“Miré mi teléfono y dije:
‘¿Dick me está enviando un mensaje de texto?’ Lo leí y decía: ‘Oye, necesitas
bajar un poco más y usar tus manos’… Usé mis manos y mis piernas también. Es
por eso que conseguí dos hits hoy”, apuntó Arráez el pasado
21 de mayo, cuando inició su seguidilla.
La campaña todavía es joven,
pero Arráez no está dejando mal a los scouts, ni a su célebre mentor. Si logra
mantenerse alejado de los problemas físicos –su principal enemigo-, seguramente
seguirá dando de qué hablar en 2022 y en los años por venir. (Síguenos
por nuestro Twitter oficial @beisbolcontodo)
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