(Fuente: Prensa LVBP / Por
Alexander Mendoza) Juan
Yépez luce como un bateador que puede quedarse durante algún tiempo en las
Grandes Ligas, si sigue rindiendo como lo ha hecho hasta ahora. El martes, en
la derrota de los Cardenales 5-3 contra los Orioles de Baltimore, extendió su
cadena de encuentros con hit a seis, desde su debut con San Luis.
Esa conexión a terreno de
nadie –frente al derecho Kyle Bradish, en el segundo inning- convirtió al
caraqueño apenas en el séptimo miembro en la historia de los pájaros rojos con
al menos 10 imparables en los primeros seis encuentros de su carrera, junto con
Bo Hart (15), Ken Reitz (12), Stan “The Man” Musial (12), Emil Verban (11),
Enos Slaughter (11) y Terry Pendleton (10). Tanto Musial como Slaughter, dos
célebres miembros del Salón de la Fama, tienen sus números retirados en San
Luis (6 y 9, respectivamente), así que el venezolano no puede estar en mejor
compañía.
Ahora, Yépez ostenta la
seguidilla de encuentros más prolongada llegando a salvo a base por
indiscutibles, para comenzar su trayectoria con San Luis, desde que el
dominicano Magneuris Sierra, hilvanó una de nueve desafíos en 2017.
El récord para un criollo en
las Mayores, lo comparten el receptor Omar Narváez (Medias Blancas), en 2016, y
el segunda base Luis Rivas (Mellizos), en 2000, ambos con una sucesión de ocho
partidos, de acuerdo con Baseball-Reference.
Yépez, de 24 años de edad,
fue alineado cuarto en el orden por el mánager Oliver Mármol, luego de ubicarlo
quinto en sus previos cinco desafíos. En dos de sus seis compromisos defendió
las esquinas de los jardines y en el resto apareció como designado, más que
Albert Pujols y Corey Dickerson durante ese lapso. La muestra es en extremo
pequeña, pero no deja de ser interesante, tomando en cuenta que Pujols y
Dickerson habían estado compartiendo ese rol, dependiendo de la mano del
lanzador rival de turno.
Un buen tema para poner a
pensar al alto mando de San Luis. Al menos hasta ahora, el novato está haciendo
todo lo posible por demostrar que puede rendir al más alto nivel, más allá de
un ascenso circunstancial.
Yépez, que se estrenó en las
Mayores el 4 de mayo, cuenta entre los eslabones de su cadena con incogibles,
cuatro juegos multi-hits, así como tres extrabases, incluido su primer jonrón.
El día de su debut, sacudió un par de dobles en sus primeros dos turnos como
grandeliga, algo que nadie había conseguido en los anales de San Luis, una
franquicia con más de un siglo de historia.
Su cuadrangular –el domingo
vs Gigantes de San Francisco- elevó a 44 la cifra de estacazos de vuelta
completa del recluta desde 2021, incluidas todas las categorías de la Ligas
Menores, entre ellas la Arizona Fall League. En ese trayecto ha aparecido en
162 desafíos, lo que equivaldría al calendario de una zafra completa en MLB.
Durante ese lapso y hasta el martes, conectó un bambinazo cada 14,80 turnos,
una frecuencia élite entre los bateadores de fuerza.
Antes, apenas había sacado
la bola 26 veces en sus primeras cinco campañas como profesional (2015-2019),
en un espacio de 365 cotejos.
“Todo empezó en 2019”,
comentó Yépez, en una entrevista para El Infield Podcast, sobre su evolución
como slugger. “Me dejaron en los entrenamientos de primavera extendidos por dos
meses, mientras todo el mundo estaba jugando. Allí pensé que mi carrera estaba
en riesgo, por lo que me dije que necesita entrenar más, prepararme mejor”.
Entonces siguió los consejos
de varios instructores de San Luis, entre ellos Ryan Ludwick y Joey Hawkins.
“Pude trabajar mucho con
ellos, hicimos cambios mecánicos en mi swing. En 2019, jugué entre Clase A
media, Clase fuerte y Doble A. En unos 200 turnos pude dar 10 jonrones, si te
pones a pensar en una temporada completa, de 400 turnos, son 20 jonrones. Allí
fue cuando comenzó ese cambio en mi carrera, de convertirme más en un slugger,
de dar más jonrones”.
Yépez precisó, en su
conversación con los periodistas Carlos Valmore Rodríguez y Efraín Zavarce, que
previa a esa temporada, bateaba más erguido en el plato. “Me enseñaron como
provechar mi fuerza, usar correctamente mis piernas, quedarme un poco atrás,
para darle más fuerza a la bola”.
El toletero derecho también
supo sacarle provecho al parón al que se vio sometido el sistema de granjas de
MLB en 2020, debido a la pandemia de Coronavirus.
“Me quedé en Nashville,
Tennessee, entrenándome. Lo hice con Aaron Antonini, un compañero mío, que jugo
conmigo en Criollitos de Venezuela, y que también está con San Luis. Entrenamos
fuerte y nos reportamos. Llegamos a primavera en muy buena forma en 2021. Fue
mucho trabajo, dedicación y fe en Dios”.
Todo ese esfuerzo rindió sus
frutos, Yépez se ganó el premio Jordan Walker, como Jugador del Año en Ligas
Menores, fue el primera base del equipo All-Star de Triple A y compartió el
galardón de Bateador del Año en la Liga Otoñal de Arizona. Ahora, después de un
comienzo caliente con el Memphis, está en Grandes Ligas. (Síguenos
por nuestro Twitter oficial @beisbolcontodo)
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