(Fuente: El Emergente.com /
Por Ignacio Serrano) Una
base robada. Esa pequeña jugada, a menudo intrascendente, es la mejor prueba de
la buena salud de Ronald Acuña Jr. La joven estrella de Venezuela se desgarró
la rodilla derecha hace nueve meses. Pero ya es capaz de robar bases en
competencia real.
Acuña estafó este miércoles
su primera almohadilla desde junio de 2021. En una jornada aparentemente gris,
el patrullero forjó la noticia con sus pies.
Los Stripers de Gwinnett, la
sucursal Triple A de los Bravos de Atlanta, perdió un juego más ante los Jumbo
Shrimp de Jacksonville. El outfielder falló cuatro veces con el madero. Y, sin
embargo, dejó en el aire el mejor reporte posible sobre su estado físico.
Un boleto abrió la puerta.
Acuña se puso en circulación al reunir cuatro malas y luego salió al robo.
El sitio web de los Stripers
en MiLB.com resaltó que esa rayita terminó con la racha de 29.2 innins sin
anotaciones para Gwinnett, récord en la divisa. La expectativa por tener de
vuelta al espectacular toletero derecho le convierte en el titular de los
reportes de prensa, aunque se trate del asunto más anecdótico.
SIN
LIMITACIONES
Y es que la mayor
expectación nace de la disponibilidad de Acuña, que durante cuatro meses enseñó
su poder en prácticas y juegos simulados, pero sin mover las piernas a todo
tren.
Por eso el solo lineup del
martes fue una alegría: Gwynnett ubicó al venezolano en lo más alto de la
alineación y como jardinero derecho. Nada de cuidarlo en exceso, poniéndolo en
su estreno como bateador designado. No. De una vez fue al campo, a probar la
rodilla.
Y su segundo turno de ese
día sirvió para montar otra pequeña fiesta. (Síguenos por nuestro Twitter
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