(Fuente prensa LVBP / Por Augusto Cardenas) Jugar
Puerto La Cruz, su ciudad natal, frente a su familia, fue el aliciente que
motivó a Asdrúbal Cabrera a regresar a la LVBP. Los Leones del Caracas
negociaron un cambio con los Caribes de Anzoátegui durante la temporada muerta,
que permitió al portocruzano uniformarse con los indígenas.
“Bastante emocionante, jugar
en mi pueblo, en mi ciudad. Era uno de mis sueños desde pequeño”,
explicó el veterano infielder para la LVBP.com. “Siempre quise jugar en Puerto La
Cruz antes de que llegara el día del retiro y gracias a Dios se me dio”, agregó.
El manager de los
orientales, Mike Álvarez expresó la gran ventaja que representa contar con un
pelotero de su experiencia en el clubhouse. “Son 15 años en Grandes Ligas,
con una trayectoria increíble, es un honor contar con él”, afirmó.
La última temporada que
disputó en la pelota venezolana, se remontaba a la campaña 2016-2017, en la que
participó en apenas 10 compromisos y tomó 32 turnos al bate con los melenudos.
Su vuelta en la temporada 2021-2022, ha representado una mezcla de
sentimientos, ya que ha enfrentado en varias oportunidades a su ex equipo. Un
conjunto para el que solo guarda gratitud.
“Tengo mucho que agradecerle
a los Leones y a la fanaticada”, puntualizó Cabrera, que
actuó durante cinco campañas con Caracas, tras llegar proveniente de Cardenales
de Lara antes de la 2010-2011, después de un sonado cambio. “Esa
camiseta pesa bastante, la decisión mía de irme a Puerto La Cruz, ya era
sentimental y un anhelo que quería cumplir. Es algo muy bonito jugar en contra
del equipo en el que estuve unos cuántos años”, remarcó sobre su
actuación frente a los capitalinos.
Cabrera, de 36 años de edad,
se unió a la Tribu, junto con el jardinero Víctor Reyes, también con estatus de
grandeliga, en una transacción que envió al club capitalino al receptor Erick
Castillo, el jugador de cuadro Cesar Valera, el inicialista Leandro Cedeño y el
lanzador Andrés Pérez.
“Los dos peloteros
orientales tenían tiempo insistiendo en su aspiración y deseo de ser parte del
equipo, regresar a su tierra y estar cerca de su familia. El aporte y
experiencia de ambos por sus recursos, excelsa defensa y su contribución
ofensiva fortalecerá la estructura del club”,
comentó en su momento, Samuel Moscatel, gerente general de los indígenas.
La presencia de Cabrera y
Reyes terminó de redondear una gran alineación y le dio el empuje final a
Caribes para protagonizar una reacción que los metió en la clasificación y
renovó sus acciones como favorito para volver a estar en la Serie Final y así
defender el campeonato que obtuvo en la 2020-2021.
“Bastante bonito, desde que
llegué noté la unión que tiene este grupo de jugadores”,
enfatizó Cabrera. “Muchos peloteros con experiencia, que saben el trabajo que tienen que
hacer y es especial formar parte de un equipo con esas características”.
Cabrera viene de una
temporada irregular en las Mayores. Luego de un buen comienzo con los D-Backs
de Arizona, perdió más de un mes debido a dos estadías en la lista lesionados
por tirones en el tendón de la corva derecha, entre mayo y julio. Más tarde, en
medio del proceso de reestructuración que adelantan los desérticos, fue sacado
del roster de 40 y tomado en waivers el 27 de agosto por los Rojos de
Cincinnati, divisa con la que falló en sus primeros 22 turnos, antes de
conectar su primer hit.
“Fue un año bastante
difícil, de lecciones. Primer año en 15 temporadas que me va tan mal con las
lesiones, pero contento, terminé sano y ahora estamos aquí en Venezuela”,
analizó el toletero ambidiestro, que en 110 desafíos en las Mayores -su menor
cantidad desde 2010, cuando apareció en 97 compromisos con los Indios de
Cleveland- exhibió una modesta línea ofensiva de .230/.313/.366, con .678 de
OPS.
“Me mantuve positivo con la
mente y la cabeza en alto y cuándo volví, fue de forma positiva”,
sentenció. (Síguenos
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