(Fuente prensa LVBP / Por
Alexander Mendoza) Ildemaro Vargas no quiso emplear parte
de su tiempo en revisar estadísticas o marcas. Al menos no lo ha hecho
recientemente, mientras transita la mejor campaña de su carrera. Aseguró que
una vez concluidos los juegos, se enteraba de lo que había hecho por sus
compañeros o periodistas.
Ahora, seguramente se
sentirá orgulloso cuando evalúe lo ocurrido durante poco más de un mes, cuando
a diario fue sumando eslabones a su cadena de encuentros con hits, hasta
superar la hilvanada por Teolindo Acosta, miembro del Salón de la Fama del
Beisbol Venezolano, de 26, que databa desde la campaña 1958-1959, la más larga
para un criollo en la historia de la LVBP.
El domingo por la tarde
llegó al Estadio José Bernardo Pérez igualado con el infielder Hank Schenz,
refuerzo del Venezuela, en la zafra 1952-1953, con una seguidilla de 27
encuentros con al menos un imparable, a un desafío del jardinero Adrian Garrett
(Caracas, 1976-1977), dueño del registro absoluto del circuito en un
campeonato.
Vargas, de 28 años de edad,
falló en su primer turno con elevadito al tercera base Rayder Ascanio en
territorio de foul, frente al zurdo Gabriel García. Pero luego del primer cero
en la pizarra, Cardenales fabricó racimos de tres y cinco carreras, en el
segundo y cuarto innings. Por el constante movimiento en las bases, “Caripito”,
abridor de la alineación de Lara iba a tener varias oportunidades más para
igualar el récord contra el atribulado pitcheo de los Navegantes del
Magallanes.
Pero el hit no llegaba,
mientras crecían las expectativas. En la novena entrada, en medio de una paliza
de 13-0 y con dos outs, Alí Sánchez conectó el imparable 18 para los pájaros
rojos y le dio a Vargas una sexta oportunidad en el plato, esta vez contra el
relevista Arcenio León.
Los presentes en el parque
valenciano lo auparon, sus compañeros le pedían calma y lo animaron. Solo que
Vargas en cuenta de 0-2, después de un foul, bateó rodado al guante del
inicialista Jackson Valera, para terminar con el tramo y su cruzada histórica
por el registro de Garrett.
Al final del juego, el
camarero fue aplaudido tanto por sus cofrades, como por los peloteros de la
nave, después que el mánager Carlos Mendoza le sustituyera a la defensiva en la
segunda base por el novato Jermaine Palacios, a falta de un out para el final
del partido. Tal vez el momento más emotivo de la 2021-2022.
En la víspera, contra el
derecho de los Tigres de Aragua, Eduardo Figueroa, en el séptimo, Vargas
–parado a la zurda- conectó un sencillo al jardín izquierdo del Estadio Antonio
Herrera Gutiérrez, para superar a Acosta, que terminó su carrera de 23
temporadas con 1.289 hits.
En la temporada 1957-1958,
con sólo 20 años de edad, el toletero zurdo marabino obtuvo su primer título de
bateo, con .385 puntos de promedio, y fue bautizado con el mote de “El
loquito que inventó el hit”, por el cronista Herman “Chiquitín”
Ettedgui. Dos torneos más tarde, 1959-1960 fue cambiado del Pampero al
Valencia, equipo con el cual logró su segunda corana de bateo, al ligar para
.349 puntos y cimentó su estatus de estrella.
En la campaña 1968-1969 al
desaparecer el Valencia juega, “El inventor del hi” pasó a los Llaneros de
Acarigua y sucesivamente al Zulia, Aragua y Lara, equipo con el cual finalizó
su carrera en el certamen 1978-1979.
Vargas –ajeno a aquellos
lejanos años que forjaron al circuito local- también superó la seguidilla de
Sam Hairston (Vargas, 1950-1951), con 26 juegos con incogibles.
“Lo más bonito de todas las
marcas que he roto es que no he estado bajo presión. Siempre me entero después.
A cada pelotero que le dicen cuánto le falta, la presión lo termina dañando. No
es mi caso, porque solo salgo a jugar para hacer ganar al equipo”, le
declaró la semana pasada a la TLT.
El jueves, el estelar
camarero del Cardenales se convirtió en el bateador ambidiestro con más
desafíos al hilo con incogibles (25), de acuerdo con el periodista e
investigador Tony Flores.
Días atrás había superado la
marca de jonrones para un primer bate criollo en manos de René Reyes, desde la
2003-2004, con el uniforme de Leones del Caracas, con nueve. Más tarde dejó
atrás el registro absoluto en ese lugar de la alineación de Steve Bowling,
jardinero que también jugó con los Leones, pero en la campaña 1976-77, según
Quality Sports.
Por si fuera poco, otro
reporte de Flores dio cuenta que con los 11 vuelacercas de la figura de Lara
también hizo añicos el récord para un camarero, que compartían Mike Goliat
(Pampero, 1956-1957) y Alexi Amarista (Caribes, 2010-2011), con nueve.
Vargas le ha dado crédito
por su monumental actuación al instructor de bateo Selwyn Langaigne, quien le
aconsejó pararse más erguido en el plato y no abrir los hombros, antes de
cargar para conectar la bola. Ahora, asegura, es más paciente al momento de
consumir sus turnos, pues no le hace swing a cualquier pitcheo. “Busco un buen
envío para batearlo y eso me ayudado a conectar con mayor contundencia mis
batazos”.
Vargas aparece entre los
líderes en jonrones (11), anotadas (36) y remolcadas (39), además de slugging
(.567) y OPS (.942), lo que cimienta una sólida candidatura al premio Víctor
Davalillo al Jugador Más Valioso. Pero el intermedista tampoco ocupa sus
pensamientos en algo que no está en sus manos.
“Sigo trabajando. Los que
saben de beisbol van a elegir quién se lo ganará”,
indicó el oriundo de Caripito, sin aspavientos.
Entretanto, superar el
registro de Teolindo Acosta, que de por vida en Venezuela dejó un average de
.298 puntos, producto de 1.289 hits en 4.324 turnos, seguramente le llenará de
satisfacción. Alguien le dirá que pasaron casi 63 años de aquella marca que
parecía inalcanzable. (Síguenos por nuestro twitter oficial
@beisbolcontodo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario