(Fuente prensa LVBP.COM / Por
Andrés Espinoza) La
realidad es que Atlanta no debía estar en la Serie Mundial. No de la forma en
la que se desarrolló su temporada, prácticamente desde el mismo arranque. Ehire
Adrianza, uno de los tantos gladiadores que se aferraron a cambiar el destino
que parecía escrito en piedra para los Bravos de 2021, está muy al tanto de
ello.
Las lesiones iban y venían.
Y no se trataba de problemas físicos con jugadores que pudieran ser catalogados
precisamente como “reemplazables”. Y cuando la salud daba respiro, alguna otra
cosa aparecía para quitarle artilleros al dirigente Brian Snitker.
“Pasamos por muchos
altibajos durante todo el año”, recordó Adrianza, quien
está en su primera campaña con la organización. “Fue una temporada muy dura para
nosotros. Perdimos a (Mike) Soroka y también tuvimos la lesión de (Ronald)
Acuña Jr. No pudimos seguir contando con (Marcell) Ozuna por la suspensión.
(Huascar) Ynoa era nuestro mejor pitcher en el momento en el que lo perdimos
por tres meses y además nuestro receptor titular (Travis d’Arnaud) se ausentó
por cuatro meses con un problema físico. Alguien tenía que salir a dar la cara
todos los días. Cada jornada tenía a un héroe nuevo. Nunca dejamos de trabajar
o creer en nosotros”, añadió.
Los Bravos no eran ni
siquiera los favoritos a ganar su división antes de que empezara el torneo y
semejantes bajas ayudaron muy poco a mejorar su posición ante el ojo público.
Sin embargo, Adrianza y el resto de sus compañeros encontraron la motivación para
seguir adelante.
La directiva también puso de
su parte, al buscar sustitutos adecuados antes de la fecha límite de cambios,
tales como los toleteros Eddie Rosario y Joc Pederson. Era un mensaje claro de
las oficinas hacia el clubhouse: seguimos creyendo en ustedes.
“Como decimos nosotros los
venezolanos: se cayeron los parlays”, dijo Adrianza entre risas,
en conversación con LVBP.com. “Primero en la división, porque todos daban como
campeones a los Mets con ese equipazo. Luego contra Milwaukee, que decían que
nos iba a ganar. Y ya conocemos la historia con los Dodgers. Pero estamos aquí,
muy unidos. La química siempre ha estado allí. Somos un equipo bastante humilde
y estoy agradecido de estar en esta etapa otra vez”.
En efecto, es una nueva
oportunidad para el infielder mirandino de sumar otro anillo de Serie Mundial.
En 2014, a pesar de que no participó en ninguno de los compromisos de los
Gigantes en la postemporada, sí colaboró en 53 encuentros durante la ronda
regular.
El veterano, de 32 años de edad,
espera que el resultado final sea el mismo en esta ocasión, aunque tiene
puestas sus esperanzas en que su apoyo dentro del terreno de juego será mucho
mayor.
(Síguenos por nuestro twitter oficial @beisbolcontodo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario