(Fuente prensa LVBP.COM / Por
Alexander Mendoza) Jesús Luzardo continuará la temporada
en Las Vegas, filial Triple A de los Atléticos de Oakland. El zurdo fue bajado
el lunes, luego de su inconsistencia en el montículo.
“Hablamos sobre las expectativas
y, obviamente, está bastante decepcionado, pero lo entendió”, dijo el manager
Bob Melvin a MLB.com. “Él también quiere arreglar las cosas”.
Se esperaba que, finalmente,
Luzardo formara parte de la rotación de los Atléticos durante una temporada
completa, pero tuvo un inicio difícil y antes de su apertura del 1° de mayo, se
fracturó el dedo meñique de la mano de lanzar, tras golpear una mesa mientras
jugaba un videojuego.
Logró hacer su apertura de
ese día, pero apenas logó transitar tres entradas en las que encajó seis
carreras, tres limpias, contra los Orioles de Baltimore. Después del desafío,
el examen de rayos X al que fue sometido relevó la lesión. Se perdió casi
cuatro semanas.
A su regreso no había
espacio en la rotación y Oakland decidió usarlo como relevista, para tener otra
opción de un zurdo desde el bullpen y que el venezolano tratara de
reencontrarse. A ratos estuvo dominante, pero los resultados no fueron los
esperados.
En 10.0 innings, fue
castigado con 13 hits y 11 carreras limpias, para una efectividad de 9.90,
mientras que sus contrarios le batearon para .317/.378 /.805. En tanto que permitió jonrones en
cada una de sus últimas cinco apariciones, de sus siete en total. En ese lapso,
vio salir la bola del parque seis veces. Dejó balance de 1-1, con un hold.
Como abridor su récord fue
de 1-3, con un promedio de 5.79 anotaciones limpias.
Luzardo comenzó 2020 como el
prospecto número uno de Oakland y el 13 de todo el beisbol según MLB Pipeline.
Este año sonó como abridor del Día Inaugural, pero arrancó como el segundo
abridor del equipo. Su repertorio, que incluye una poderosa recta y un pitcheo
en cambio que saca de paso a los bateadores, tiene el nivel para ser efectivo
en las Grandes Ligas, pero su regreso a los Atléticos no tiene un tiempo
determinado.
“Para alguien cuyo juego fue
bastante fácil el año pasado, hubo momentos en los que confrontó algunas
dificultades”, destacó Melvin. “Ciertamente, el jonrón es algo que necesita
resolver un poco. Mejor dominio de su bola rápida, menos previsibilidad”.
“También se convierte en un
juego mental, ya que comienzas a observar algunas cosas que no estás
acostumbrado a ver. Con él, es el cuadrangular. Entonces, solo necesita tener
algunas buenas salidas en su haber y comenzar a pensar con confianza nuevamente”,
abundó el estratega. (Síguenos por nuestro Twitter oficial
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