(Fuente prensa LVBP.COM /
Por Alexander Mendoza) Odúbel Herrera parece comenzar a tomar
el ritmo que le llevó a ser un All-Star. El viernes por la noche conectó su
primer jonrón en más de dos años y terminó con su mejor juego, desde que
regresó a las Grandes Ligas, en medio de la paliza de los Filis de Filadelfia
12-2 contra los Bravos de Atlanta, el
viernes por la noche.
Herrera atacó una recta
cortada, a 87 millas por hora, de Charlie Morton y sacudió una línea salvaje a
109,3 mph, que viajó a 412 pies desde el plato para superar la pared del jardín
central del Truits Park, en pocos segundos. El estacazo consiguió a dos
compañeros en circulación y coronó un racimo de seis anotaciones en la primera
entrada, que estableció las bases de lo que sería el encuentro.
Para ese momento, la
conexión elevó a cuatro los contactos consecutivos del toletero con una
velocidad de salida de más de 100 mph, de acuerdo con MLB.com.
“Estamos viendo mejores
swings. Ha trabajado en la práctica de bateo y la pelota está saltando de su
madero”, destacó el manager Joe Girardi. “Sentíamos que se avecinaba algo. Ese
fue un gran cuadrangular para para él y para nosotros”.
La última vez que Herrera
había ligado un vuelacerca se remontaba al 8 de abril de 2019, antes de ser
suspendido a finales de mayo por violar la política contra la violencia
doméstica de MLB, un incidente que le acarreó 85 juegos de suspensión, en tanto
que en 2020 fue sacado del roster cuáquero y no actuó arriba.
Herrera terminó el desafío
con dos hits en cuatro turnos, para mejorar su promedio a .400 (10-4) en los
tres encuentros más recientes de los Filis, después de ligar apenas de 24-2
(.083), en sus primeros nueve desafíos, desde su regreso a las Mayores, el 26
de abril.
Antes del partido, Girardi
había informado que Herrera le había estado sacando provecho al tiempo extra en
la jaula de bateo con el coach Joe Dillon y que el equipo quería saber hasta
dónde podría llegar, en su intento de resolver los problemas que ha confrontado
desde el Día Inaugural para establecer un centerfielder que produzca en la
alineación.
“Se siente excelente. Se
siente realmente bien”, apuntó Herrera, quien agregó que se está enfocando en
usar más sus piernas cuando hace swing. “Lo más importante es que ayudé al
equipo a ganar”.
Antes de la llegada de
Herrera, los tres peloteros que desfilaron por el jardín central de los Filis,
Roman Quinn, Adam Haseley y Mickey Moniak, se combinaron para un magro promedio
de .119 (77-9), con un jonrón y tres remolcadas. Ninguno de los tres se
encuentra con el equipo en la actualidad. Así que Herrera pareciera estar
encaminado a seguir jugando a diario y el venezolano confía en que puede
hacerlo. “Sí. Seguro”, soltó después del partido. (Síguenos por nuestro
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