(Fuente MLB.COM / Por
Nathalie Alonso) Los receptores con poder al bate son poco
comunes. Los Mets tienen motivos para pensar que han hallado a uno con
Francisco Álvarez.
Álvarez, el prospecto número
1 de Nueva York y el 38 de Grandes Ligas según MLB Pipeline, llegó al viernes
bateando .459/.580/.649 con un cuadrangular, cuatro dobles, siete remolcadas y
11 bases por bolas en 12 compromisos por Clase-A St. Lucie Mets esta temporada.
En 50 visitas al plato, se ha ponchado apenas cuatro veces. Aunque la muestra
es pequeña, el venezolano de 19 años, quien mide cinco pies con 10 pulgadas y
pesa 233 libras, ha impresionado con su poder nato y su enfoque avanzado en el
plato.
“Fácilmente comienza con la
manera en que controla la zona de strikes,” dijo el coach de bateo de St.
Lucie, Tommy Joseph, por vía telefónica. “Que un joven sea capaz de hacer swing
a los strikes, dejar pasar las bolas, por sencillo que parezca, es
extremadamente difícil. Y ha hecho tremendo trabajo. Y cuando le tiran pitcheos
para batear, está dando un swing agresivo y tratando de hacer daño. Ha sido muy
impresionante verlo.”
Álvarez hizo su debut
profesional en el 2019 a sus 17 años a nivel de novatos y bateó .312/.407/.510
con siete jonrones y 26 remolcadas en 42 partidos. Aunque perdió un año de
competencia debido a la cancelación de la campaña de liga menor del 2020 por la
pandemia del COVID-19, pudo lucir su bate explosivo en la sede alterna de los
Mets en Brooklyn, Nueva York el año pasado, y agradeció la oportunidad de
compartir con jugadores con más experiencia.
“Es difícil para uno, porque
uno quiere jugar y demostrar el talento,” dijo Álvarez por vía telefónica sobre
no haber podido jugar en el 2020. “Me sirvió de bastante aprendizaje para mí,
porque estuve con personas que ya habían jugado en Grandes Ligas y que todavía
están en Grandes Ligas. Me dediqué a aprender bastante de ellos, a ver cómo
jugaban, qué hacían, qué no hacían. Eso me ayudó bastante”.
Álvarez estuvo entre los
prospectos de lujo de los Mets que fueron invitados a los entrenamientos
primaverales del equipo grande este año. El oriundo de Guatire estaba supuesto
a jugar por los Sydney Blue Sox de la Liga Invernal de Australia durante el
receso de temporada de Grandes Ligas, pero luego de pasar gran parte del 2020
en los Estados Unidos debido a que Venezuela cerró su frontera por la pandemia,
Álvarez decidió regresar a casa para las Navidades.
“Tenía demasiado tiempo sin
ver a mi familia. Quería ver a mi familia y estar con ellos”, expresó Álvarez.
Se proyecta que Álvarez
llegará a las Mayores en el 2023. El bateador derecho tiene la oportunidad de
convertirse en un receptor destacado con el madero, algo difícil de encontrar
hoy en día. Hay optimismo de que Álvarez podrá mejorar su defensa lo suficiente
como para quedarse detrás del plato a largo plazo, lo cual probablemente
determine si se convertirá en superestrella o no. Su fuerte brazo, que recibió
un grado de 60 en la escala de evaluación de 20-80 de MLB Pipeline, le augura
cosas buenas en ese sentido.
"Definitivamente, es
élite”, dijo Joseph, quien jugó primera base por los Filis del 2016 al 2017
pero fue receptor en ligas menores. “Ha atrapado a corredores que fácilmente
debieron llegar quietos por los pitcheos o los elementos, y él los ha retirado.
Es divertido verlo tirar, eso es cierto”.
Agregó Joseph, “Simplemente
necesita seguir jugando, necesita ver más acción en los partidos, estar detrás
del plato en una situación grande con corredores en base tarde en el juego,
cuando no puedes dejar pasar nada y tienes que asegurarte de pedir el pitcheo
indicado y que estés preparado para esa situación. Creo que es en eso que tiene
que trabajar y eso viene con el tiempo”.
Álvarez, quien de niño le
iba los Leones del Caracas, señala a su compatriota y ex grandeliga Henry
Blanco como su inspiración para ser receptor. Es la posición que ha jugado
desde que tiene 12 años y la que espera jugar cuando llegue a las Mayores, donde
continuaría una rica tradición de caretas venezolanos que incluye hoy en día a
Salvador Pérez, Willson Contreras y Wilson Ramos.
“Es lo que más yo quiero”,
dijo Álvarez, considerado el prospecto No. 4 de las Mayores por MLB Pipeline.
“Me gusta bastante ser receptor, porque estamos involucrado con cada
lanzamiento, en cada jugada. En todo estamos involucrados y eso me mantiene
activo en el juego”.
Álvarez, quien en el 2018
recibió un bono al firmar por US$2.7 millones--lo cual representa una cifra
récord para la franquicia de los Mets--ha generado mucha emoción con su buen
arranque. ¿Llegará a colocarse en el Top 20 de los prospectos de liga
menor?
“No me cabe duda”, dijo
Joseph. “Tiene el talento, la habilidad, la voluntad y la motivación para
alcanzar ese nivel”. (Síguenos por nuestro Twitter
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