(Fuente LVBP.COM / Por
Andriw Sánchez) Quedar
eliminado es más fácil que quedar campeón. Eso se aplica en Venezuela y en
cualquier lugar del mundo en donde se juegue beisbol. Sin embargo, hay
eliminaciones más decorosas que otras. En Bravos de Margarita, por ejemplo, se
notó competitividad. El club tuvo récord de 20-20 y se quedó en el camino al no
ser mejor que Cardenales de Lara y Navegantes del Magallanes.
El caso de Leones del
Caracas es completamente diferente.
Por el resultado final que
se obtuvo, decir que la campaña avileña no es un fracaso es como decir que el
sol no es caliente. Los melenudos fueron el peor conjunto de la ronda regular;
la foja fue de 15-25. Ninguna otra organización ganó menos, ninguna otra perdió
más.
La segunda mitad de la
temporada fue una enorme colección de derrotas para los capitalinos. Solo
ganaron cinco juegos de 20. De hecho –y este es un dato que deja comprender el
último puesto de los caraquistas en la División Central-, quedaron eliminados con
solo dos victorias en sus últimos quince compromisos. Fue una terrible recta
final.
En las oficinas melenudas ya
comenzaron las pesquisas. Los análisis y reportes empiezan redactarse, mientras
que son resaltados los ítems trágicos y prometedores. Los estudios son someros
todavía. Pero, antes de tocar profundidad, ya hay decisiones tomadas. Una de
ellas es una inminente reestructuración que comienza por el alto mando.
De acuerdo con Richard
Gómez, gerente deportivo del Caracas, el club ha decidido no darle continuidad
a Víctor Gárate como piloto, y pronto comenzará a buscar un nuevo nombre que
tome las riendas del roster para la temporada 2021-2022.
“La reestructuración va a
comenzar por el cuerpo técnico. Buscaremos un manager nuevo”, comentó Gómez en
una conversación con la LVBP.com. “Gárate ya cesó sus funciones; trabajó bien
en estas circunstancias difíciles. El resto del cuerpo técnico va a depender
del nuevo manager que encontremos”.
Gárate estuvo toda la
temporada al frente de los peloteros melenudos. Llegó al puesto la campaña
pasada, tras ser coach de banca del cesanteado Harry Guánchez.
Sin embargo, y aunque es una
decisión que le dará nuevos aires al club, no aborda directamente el gran
problema de Leones en la ronda regular: el pitcheo. La manada tuvo la segunda
peor efectividad colectiva de la campaña con 5.92; solo los lanzadores de
Águilas del Zulia tuvieron un desempeño más bajo (6.40).
El Caracas no solo tuvo la
peor campaña en efectividad de toda su historia, pues –según el motor de búsqueda
de pelotabinaria- ostenta la segunda peor de todos los tiempos de la LVBP. Solo
la cifra actual de los rapaces es más ineficiente.
El gran padecimiento se
centró en la rotación: 7.01 de efectividad colectiva, la más alta de todo el
campeonato. El mejor de los iniciadores del club fue Aliángel Frank López con
3.94 de promedio de carreras limpias permitidas por cada nueve innings. En
varios compromisos ocurrió lo mismo: Leones llegaba al quinto inning con más de
10 carreras encajadas, exigiendo en demasía a su ofensiva.
La gerencia del Caracas no
ignora la existencia de esos números grotescos. Pero la pregunta es: ¿Qué se
puede hacer para evitar que esto vuelva a pasar?
“La falla de Leones es
estructural. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que en su conformación, en su
nómina, no hay abridores. Es verdad que están los Wilmer Font, los Albert
Suárez y otros brazos que están en Grandes Ligas, pero que no puedes usar aquí.
No hay un grupo de abridores establecido. Los que hacen el trabajo no son
abridores de tiempo completo, sino que se usan de emergencia”, reconoció Gómez.
“Hay dos vías para solucionar esto: hacer cambios con otros equipos, aunque las
negociaciones por abridores siempre son difíciles; o fortalecer con cambios los
jugadores de posición de tal manera que la importación solo se centre en la
rotación. También es necesario darle más valor a esos lanzadores que están
fuera del sistema de MLB”.
El bullpen de Leones no
terminó como empezó. Durante gran parte de la primera mitad, los bomberos
fueron los mejores de la liga. Pero al final terminaron siendo explotados. El
relevo dejó 5.16 de efectividad colectiva y 1.61 de WHIP. Desde el punto de
vista gerencial, ¿cómo se puede dar lectura a la debacle en rendimiento de un
rubro que parecía darle tranquilidad al equipo en la teoría?
“Nosotros habíamos trabajado
para tener un cierre de juegos bastante fuerte. Yo creo que los relevistas
cumplieron con lo que se les pidió”, manifestó Gómez. “Pero cuando los
abridores salen muy temprano de un juego, el relevo debe trabajar más, allí
llega el cansancio, los excesos de innings. Además, tenían que trabajar al
límite, sin fallar. Sigo creyendo que nuestro relevo es uno de los mejores de
la liga. Tenemos a Loiger Padrón, José Torres, Jesús Zambrano, Miguel Socolovich,
Yoimer Camacho, Félix Carvallo… Son cinco o seis brazos para tres innings”.
Leones fue un equipo que
bateó “poco”. Su promedio colectivo terminó en .286, el más bajo de un circuito
muy ofensivo (.294 como media general). Pero allí, en la alineación del club,
hicieron vida algunos de los paleadores más peligrosos del torneo. José Rondón
logró el coliderato de las carreras remolcadas con 31, y fue segundo en
jonrones con siete. Alexander Palma fletó 27 anotaciones. Wilfredo Tovar ligó
para .337 de average como primer bate. Y Jhonny Pereda fue uno de los mejores
bateadores de la campaña con .338 de average y .842 de OPS. Números que le
convierten en candidato a Novato del Año.
Esos nombres causan
satisfacción en las oficinas caraquistas que, aun así, ven un punto flaco en
sus bombarderos.
“Es verdad que tenemos una
gran estructura ofensiva con Tovar, Rondón, Palma, Pereda, solo por nombrar a
cuatro”, dijo el gerente deportivo. “El problema de Leones es la profundidad.
Es necesario ir por dos o tres bateadores con experiencia para que, si alguno
de los titulares se lesiona, ellos puedan hacer el trabajo”
Mientras siguen las
deconstrucciones de la temporada, Leones deberá aguardar. Su espera por otro
título continúa. No ganó ninguno en la década pasada. Su último recuerdo dulce
de la final contra Navegantes del Magallanes en la 2009-2010.
Habrá que esperar hasta
octubre para conocer si la organización tendrá un nuevo rostro. (Síguenos
por nuestro Twitter oficial @beisbolcontodo)
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