(Fuente BeisbolJapones.com) Si bien no se puede decir que estén en peligro, los futuros en la NPB del venezolano Alex Ramírez, actual manager de las Estrellas de DeNA, y de su compatriota José Celestino López, veterano inicialista del mismo equipo, están rodeados de incertidumbre.
El pasado lunes, el diario
Sponichi publicó un reporte que afirma que el primero dejará su cargo a finales
de esta temporada y que el principal candidato para reemplazarlo será el
manager del conjunto filial de la organización, Daisuke Miura.
Ningún otro medio hizo eco
de la noticia, por lo que su veracidad arroja muchas dudas. Normalmente, cuando
un hecho tan importante como ese se cuela a los medios todos suelen apresurarse
a confirmarlo y reportarlo, pero como eso no ocurrió, entonces es posible que
no sea cierto.
Sin embargo, tampoco debemos
descartar la posibilidad de que sí lo sea. El club, después de todo, tiene años
buscando un título y a pesar de lo exitoso que ha sido Ramírez hasta ahora
todavía no ha podido conseguirlo, por lo podríamos estar ante la reacción
desesperada de una gerencia que perdió la paciencia.
Si analizamos la situación
en términos estrictamente deportivos, removerlo de su cargo no tiene sentido
alguno. El estratega criollo ha generado los mejores resultados que el equipo
ha visto desde que ganó la Serie de Japón en 1998 y en los últimos 5 años lo ha
transformado de un perenne perdedor a un firme contendiente al título de liga.
Interrumpir la buena racha
que ha logrado hilvanar hasta ahora sería un suicidio, sobre todo si se toma en
cuenta que el manager anterior, Kiyoshi Nakahata, nunca logró superar el
penúltimo lugar de la tabla en las 4 campañas que pasó en el banquillo.
Si de verdad termina
abandonando su cargo a finales de año, suponemos entonces que se trata de una
decisión personal y no de que la gerencia haya decidido deshacerse de él debido
a que todavía no ha podido ganar un campeonato.
Después de todo, ya han
pasado 5 largas e intensas temporadas al frente del conjunto y puede que esté
buscando tomarse un merecido descanso y pasar más tiempo con su esposa y sus 3
niños, que todavía están pequeños y necesitan su atención.
Nuestro amigo y colega de la
agencia de noticias Kyodo, Jim Allen, opina que la única forma en la que
Ramírez abandonaría su puesto es que la presión interna para que genere
resultados llegue a un nivel insoportable para él. Salvo eso, lo más probable
es que continúe trabajando fuerte para lograr el objetivo que todos quieren,
incluyéndolo a él mismo: ganar un título.
Los conjuntos japoneses son
conocidos por tomar decisiones que desafían toda lógica, como despedir y
contratar managers basándose más en su popularidad con los fanáticos que en su
capacidad y preparación para ejercer ese cargo.
Sin embargo, ese no parece
ser el caso en esta ocasión. Ramírez es toda una celebridad en Japón, no sólo
en el mundo del béisbol, sino en general, por lo que es muy querido por los
fanáticos del equipo y los japoneses en general.
Además, no cabe duda de que
está totalmente dedicado a su trabajo, de que siempre da lo mejor de sí dentro
y fuera del terreno, de que se ha ganado el respeto y la admiración de sus
jugadores y sus coaches y, sobre todo, de que ha generado los mejores
resultados que el equipo ha conseguido en más de 20 años.
Lo más probable es que todo
se trate de un rumor sin fundamentos, pero tampoco debemos descartar la
posibilidad de que verdaderamente ocurra.
No nos queda otra opción que
esperar hasta que termine la temporada regular para ver qué dice la gerencia
del club al respecto. Si anuncia su renovación, sabremos que continuará en su
cargo el año que viene. De lo contrario, su estadía en el banquillo del equipo
habrá llegado a su fin.
En lo que respecta a José Celestino López, su modesto rendimiento esta campaña puede que convenza al conjunto de no renovar su contrato para 2021, no sólo por el descenso de su producción sino sobre todo porque cumplirá 37 años en noviembre y eso le dificultará mucho mejorar en el futuro.
El inicialista criollo ha
sumado al menos 25 jonrones y 73 empujadas cada año desde que llegó al club en
la temporada 2015 y además ha ganado 4 Guantes de Oro de manera consecutiva en
su posición, por lo que las expectativas que se tienen de él son muy altas.
Sin embargo, este año se ha
perdido más de 30 juegos del calendario debido a algunas molestias físicas y a
su bajo rendimiento, por lo que será imposible que siquiera se acerque a esas
cifras este año y eso, insistimos, afectará sus posibilidades de continuar en
el conjunto.
Afortunadamente para él,
está muy cerca de alcanzar 2 metas muy importantes que sin duda alguna promoverán
mucho su imagen de cara al año que viene: los 200 jonrones de por vida en la
NPB y los 2.000 hits en su carrera profesional, incluyendo los obtenidos en las
Grandes Ligas.
Al momento de escribir estas
líneas, está a sólo 6 cuadrangulares de llegar a los 200 en su carrera en Japón
y eso es algo que sólo un poco más de 100 bateadores, incluyendo 5 latinos, han
podido lograr hasta ahora.
Con 22 partidos más por
disputar este año, sin duda cuenta con el tiempo suficiente para lograr ese
objetivo y sacarle frutos a la publicidad que recibirá por conseguirlo, que es
algo que lo ayudará mucho a la hora de negociar un nuevo contrato, ya sea con
DeNA u otro equipo de la NPB.
Así mismo, está a sólo 7
hits de llegar a los 2.000 de por vida, sumando los 1.005 obtenidos en las
Grandes Ligas y los 988 que ha cosechado hasta ahora en Japón. Esa es una de
las metas más prestigiosas que puede alcanzar un bateador en el circuito nipón
y sin duda alguna lo convertirá de nuevo en el foco de atención de todos.
Uno de los obstáculos que le
tocará enfrentar en la recta final del calendario es que no ha podido ser
titular de manera constante, pero no por falta de capacidad sino de suficientes
cupos para extranjeros en el roster activo de su equipo.
Debido al coronavirus, la
NPB aprobó este año, de manera temporal, aumentar a 5 el número de importados
que pueden estar en el roster activo de cada equipo, pero sólo 4 de ellos pueden
ver acción en un mismo juego, por lo que de vez en cuando al criollo le toca
perderse un partido.
No obstante, repetimos,
todavía quedan 22 juegos por disputarse en la campaña y eso le da tiempo más
que suficiente para lograr ambos objetivos. No será fácil, porque su margen de
error es pequeño, pero sin duda es posible que llegue a ambas metas este mismo
año.
A pesar de la caída de sus
números, lo más lógico será que el club lo renueve por una campaña más. Con
todo lo que ha hecho por la organización, sería una locura castigarlo de una
manera tan drástica sólo porque no pudo producir ciertos números, pero al mismo
tiempo no sería la primera vez que algo así ocurra en Japón.
La situación de Ramírez seguramente influirá mucho en su futuro. Si éste abandona el club, es posible que la gerencia decida hacer una limpieza y ponga punto y final al contrato de López también, pero si el primero se queda, lo más probable es que el segundo también lo haga, aunque sea sólo por un año más.
Si por casualidad lo dejan
en libertad, es muy probable que algún otro conjunto de la NPB le ofrezca un
contrato. Después de todo, su rendimiento hasta ahora ha sido ejemplar y su
veteranía sin duda será bienvenida en cualquier otra organización de la liga.
Existe incluso la
posibilidad de que DeNA le ofrezca un puesto como coach en el futuro. Ramírez
siempre ha dicho que si las reglas lo permitieran, López sería el capitán del
equipo debido a su experiencia y al respeto y la admiración que le tienen el
resto de los jugadores, por lo que no sería descabellado verlo vestir la
camiseta del club por varios años más.
Sólo nos queda esperar para
saber qué ocurrirá con los futuros de Ramírez y López en la NPB, que si bien
por una parte lucen inciertos, por la otra se ven muy promisorios. (Síguenos
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