(Fuente LVBP.COM / Por
Alexander Mendoza) Brusdar Graterol vivió la experiencia
de conseguir un título apenas su segundo año en las Grandes Ligas y lo hizo con
un aporte importante para el bullpen de los Dodgers.
Con apenas 22 años de edad,
el relevista derecho se convirtió en el primer venezolano con un anillo de
Serie Mundial, vistiendo el uniforme de Los Ángeles, unas de las franquicias de
mayor tradición y éxito en las Mayores.
“Hemos trabajado bien duro
para ganarnos esto. Se lo dedico a mi país, a mi pueblo, a Calabozo”, declaró
eufórico, luciendo el tricolor nacional, en medio del Globe Life Feld, poco
después que el mexicano Julio Urías colgara el último out del Sexto Juego del
Clásico de Otoño contra los Rays de Tampa Bay, el martes por la noche.
Graterol comenzó la
postemporada retirando a 10 de 11 rivales y en la Serie Mundial deslumbró con
envíos de más millas por hora, incluidos dos estimados en 102 mph, la segunda
mayor velocidad de un pitcheo en esa instancia, desde que Statcast comenzó a
recopilar data en 2015.
El lanzallamas criollo dejó
efectividad de 3.12 en 8.2 innings, repartidos en 10 salidas en los playoffs,
con un salvado y tres holds, dos de ellos en la Serie Mundial.
Su actuación fue objeto de
elogios de sus compañeros, en especial de Mookie Betts, clave en el triunfo de
los Dodgers, que estuvo a punto de ser cambiado por Graterol en febrero, un
hecho que ha sido destacado por los medios varias oportunidades en días
recientes.
En febrero, Medias Rojas,
Mellizos y Dodgers, acordaron en principio un canje que enviaba a Betts y al
zurdo David Price a Los Ángeles; Graterol, un cotizado prospecto en Minnesota,
a Boston; mientras que los californianos entregarían al jardinero Alex Verdugo
a los Patirrojos y el derecho Kenta Maeda al club de las Ciudades Gemelas. Pero
a los jerarcas de Boston no les gustó el historial médico del venezolano y
echaron para atrás la transacción a tres bandas. Más tarde, los patirrojos
negociarían un cambio directo con la oficina de los Dodgers (Betts y Price por
Verdugo y los prospectos Jeter Downs y Connor Wong).
Luego Minnesota y Los
Ángeles acordaron la transacción que envío a los Mellizos al japonés Maeda, al
cátcher Jair Camargo y dinero en efectivo, por Graterol, el patrullero Luke
Raley y consideraciones futuras.
Ocho meses después, Betts y
Graterol consiguieron la oportunidad de ayudar a Los Ángeles a ganar su primera
Serie Mundial desde 1988.
Además, Graterol -con apenas
un puñado de encuentros de experiencia en la Gran Carpa en 2019- fue uno de los
cuatro lanzadores reclutas que usaron los Dodgers en la Serie Mundial, junto
con Dustin May, Tony Gonsolin y el mexicano Víctor González, en múltiples
situaciones.
“Aunque son novatos, sus
brazos realmente buenos. No importa si eres novato, cuando lanzas a 98 (mph),
con sliders y cambios y todo lo demás, vas a tener éxito sin importar en qué
circunstancias te encuentren. Así que tienes que quitarte la gorra frente a los
novatos que han estado lanzando bien”, destacó Betts, antes de comenzar el
careo contra Tampa Bay.
Graterol, que consiguió el
primer rescate de su incipiente carrera en el Segundo Juego de la Serie de
Comodín, llegó a ser considerado por el manager Dave Roberts como una
alternativa para cerrar los juegos en la postemporada por encima del
experimentado Kenly Jensen, lo que sin duda es el mejor de los cumplidos que ha
podido recibir el criollo y es una muestra de la estima y las enormes
posibilidades que se le abren en el futuro inmediato con la organización. (Síguenos
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