(Fuente
vía LVBP.COM / Por Alexander Mendoza) Wilson Ramos está en el
último año del contrato por dos temporadas que firmó con los Mets de Nueva York
en diciembre de 2018, que incluye una opción para 2021, y algunos analistas
coinciden en que es probable que los metropolitanos decidan tomar una vía
diferente al venezolano la próxima campaña.
Ramos, un receptor valorado
por su bate y dos veces seleccionado al Juego de Estrellas, confrontó problemas
defensivos en su primera zafra con los neoyorquinos y, aunque ha estado
trabajando con su mascota en los entrenamientos de primavera, antes que fueran
suspendidos por la pandemia de la Covid-19, y luego en su casa durante los días
de cuarentena y aislamiento social, Mike Puma (NY Post) y Danny Abriano (SNY)
coinciden en que los Mets preferirán pagar la cláusula de rescisión que incluye
el pacto, por un millón 500 mil dólares, en lugar de ejercer la opción por $10
millones.
La gerencia de los Mets no
pudo conseguir a J. T. Realmuto con los Marlins de Miami, a través de un
cambio, y tampoco logró firmar al agente libre Yasmani Grandal. El primero
terminó en Filadelfia y el segundo en Chicago, con los Medias Blancas, que
eventualmente le dieron un contrato multianual. Entonces, decidieron asegurar a
Ramos, que recibió un bono por su firma de $2 millones, en tanto que ganó $6,25
millones en 2019 y tenía estipulado percibir $9,25 millones de salario en 2020,
en condiciones normales.
Ramos respondió con buenos
números con el madero: una línea ofensiva de .288/.351/.416, 14 jonrones y 73,
en 141 encuentros, luego de una temporada en la que actuó en 111 desafíos, tras
perderse un mes por una lesión en la corva izquierda.
Del lado defensivo, Ramos
apenas retiró a 17 de los 111 corredores que le salieron al robo, lo que
resultó en 15% de éxito, muy por debajo del promedio de la liga (26%). Permitió
10 passed balls, lo que empató el tope de su carrera, incurrió en siete
errores, la segunda cifra más alta en su trayectoria, y exhibió un -13 en
carreras salvadas, que igualó su peor registro.
Aunque, quizás el mayor
problema de Ramos fue estar en sintonía con Jacob deGrom y Noah Syndergaard,
los dos abridores principales del club, que de acuerdo con reportes preferían
un receptor diferente en sus salidas, en especial Syndergaard.
Ramos y Syndergaard
trabajaron en los entrenamientos y el manager Luis Rojas destacó su armonía,
pero la operación Tommy John a la que se sometió el derecho evitará que trabaje
junto con el venezolano, mientras que la temporada todavía está en una suerte
de limbo, al no ponerse de acuerdo el Sindicato de Jugadores y MLB para jugar
en 2020.
Las opciones internas,
destacó Abriano, son limitadas. Tanto Tomas Nido y el venezolano Alí Sánchez,
ambos en roster de 40, son vistos como suplentes. El prospecto Patrick Mazeika,
que alcanzó el nivel de Doble A en 2019, también tiene el perfil de reserva
arriba. Mientras que el criollo Francisco Álvarez, que aparece entre los
mejores 100 prospectos de Baseball America, MLB Pipeline y Baseball Prospectus,
apenas acaba de cumplir 18 años de edad y de acuerdo con sus proyecciones no
estará detrás del plato de los Mets antes de 2023.
En esos argumentos se apoyan
Puma y Abriano para especular, que los Mets rían durante la temporada muerta
por Realmuto, que ganó el Bate de Plata y el Guante de Oro en 2019 y puede
declararse agente libre, tras 2020.
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