(Fuente
LVBP.COM/ Por Alexander Mendoza) Franklin Pérez tiene razones
para ser optimista. Por primera vez desde hace un par de años, se encuentra
saludable y vuelve a soñar con debutar en las Grandes Ligas con los Tigres de
Detroit.
El derecho, de 22 años de
edad, apenas completó 27 innings de labor entre 2018 y 2019, limitado por una
inflamación en el hombro derecho, que la mayor parte del tiempo le mantuvo en
lista de lesionados y en tediosos procesos de rehabilitación.
“El tiempo de Dios es
perfecto y todo lo que ha pasado tiene su propósito”, comentó el valenciano a
la LVBP.com. “Son cosas que ocurren en el beisbol y me tocaron a mí. Tuve que
vivir con eso, pero ese episodio me enseñó bastante. Maduré mucho, gracias a
esas lesiones, y todos esos días que pasé fuera. Puse mi mente fuerte, en saber
que, así como llegan los momentos malos, hay buenos instantes y hay que
aprovecharlos al máximo. Le doy gracias a Dios, por darme esa enseñanza y
espero que de ahora en adelante no vengan más problemas físicos”.
Pérez siempre se destacó por
la precocidad de su talento. Luego de comenzar como tercera base en la Academia
Carlos Guillén en Maracay, apenas a los 15 años se convirtió en lanzador y al
poco tiempo se destacó entre sus pares durante el período de firmas internacionales
del 2 de julio de 2014, al punto de recibir un bono de un millón de dólares de
los Astros de Houston. Tres años después había alcanzado la categoría Doble A y
su talento era tan valorado, que fue incluido como pieza clave en el cambio que
envió a Justin Verlander, de los Tigres de Detroit a Houston.
De inmediato Pérez se
convirtió en el prospecto número uno de Detroit y el 39 de todo el beisbol, de
acuerdo con MLB Pipeline, y se esperaba que en el corto plazo subiera al equipo
grande y formara parte de su rotación, pero aparecieron sus dolencias en el
brazo de lanzar.
“Estoy trabajando en volver
a ser el Franklin de siempre, en recuperar mi confianza, mis pitcheos”, apuntó
desde su residencia en Florida. “Estoy concentrado en recobrar todo eso que
tenía antes y mejorar. Muy pendiente de los movimientos (en el montículo), de
la mecánica, para ver qué puedo mejorar, qué puedo dejar igual. Estoy muy
enfocado en la mecánica y en la rotación de los lanzamientos”.
Pérez se mantuvo trabajando
durante los últimos dos inviernos -con un breve pausa para visitar a sus
familiares en Venezuela el año pasado- en el complejo de los Tigres en
Lakeland, Florida. Durante marzo, en los juegos de exhibición de la Liga de la
Toronja, enfrentó a bateadores en un encuentro oficial por primera vez desde
junio de 2019 y, más allá de los resultados, mostró una recta de 95 millas por
ahora, cercano a la forma que tuvo hace un par de años, de acuerdo con reportes
de la prensa de Detroit.
Desde entonces y después del
cierre de los campos de entrenamiento, como medida preventiva a la Covd-19,
Pérez ha tratada de mantenerse activo.
“De salud estoy bien”,
reiteró. “Trabajando todos los días. Tengo la posibilidad de ir a un mini
gimnasio (cerca de su residencia) y estoy haciendo mis rutinas. Soltando sobre
terreno plano. Todavía no he lanzado bullpen porque no tengo un montículo
cerca, pero ya en los próximos días pienso ir a un estadio cerca de aquí, a
lanzar bullpen y comenzar las cosas a un 100%”.
En un reciente trabajo de
Evan Woodbery para el sitio MLive.com, se especuló sobre la probabilidad de que
Pérez sea favorecido por la expansión de los rosters, en una temporada de las
Grandes Ligas recortada por la pandemia de Coronavirus. Además, en esas
circunstancias, los equipos tendrían la opción de mantener a un grupo de
peloteros de sus filiales entrenándose, para que estén listos cuando los
necesiten, pues pareciera poco probable que se pueda llevar a cabo una campaña
de Ligas Menores. Con Pérez, los Tigres no tendrían que hacer movimientos
adicionales para subirlo, pues es miembro del roster de 40 de Detroit.
“Si este año me toca
debutar, con el favor de Dios, será así”, puntualizó. “Y si no ocurre, seguiré
trabajando. Claro, obviamente la meta es debutar lo más pronto posible. Estar
en Detroit lo más pronto posible y seguir haciendo las cosas que sé hacer. Por
mi parte lo único que haré será trabajar duro y dar lo mejor de mí para lograr
el objetivo. Ese es el sueño de todo niño y, de verdad, que lo quiero cumplir.
Seguiré dando el 100 por ciento”.
En 230 entradas, repartidas
en cinco zafras en las granjas de Houston y Detroit, Pérez exhibe efectividad
de 3.56, con 1.23 de WHIP y 234 ponches (9,2 p/p) por apenas 73 boletos (2,9
p/p).